domingo, febrero 12, 2006

Cuarto canalla: El vecino

Puede ser el gordo cascarrabias de tu vecino contiguo, la vieja chismosa del piso de abajo, la espía vouyerista del frente o la feita la calentona de a dos casas. Siempre serán unos canallas.

Al gordo cascarrabias nada le parece bien, le molesta el ruido de tu auto, el ladrido de tu perro, como suenan tus zapatos cuando pasas por su casa. Siempre tiene una excusa para ponerte mala cara cuando lo saludas, aun así insisto en saludarlo, creo que es mi forma de venganza. Este personaje es normalmente, un jubilado sin nada que hacer mas que fastidiarse por todas tus acciones. Es mas que seguro que le caíste mal apenas llegaste o talvez en el fondo quiera ser tu amigo y no sepa como, pero de todas maneras cualquiera de tus actos son un fastidio para el.

Muchas veces uno trata de no molestarlo y no enervar la poca paciencia que le queda, pero parece que no le basta con que pongas en neutro la marcha del auto al pasar por su casa, que sobrealimentes a tu perro para que este tan lleno que no le dan ganas de ladrar, que tengas que bailar como Fred Astaire al pisar su acera. NO. Al cascarrabias no le basta es parte de su vida fastidiarse con tu existencia mientras tu tratas de mejorar la suya. No le basta.

La vieja chismosa existe en todos lados eso lo sabemos de sobremanera. Pero uno se pregunta ¿Porque siempre es vieja, es mujer y es chismosa? Además de ser otro de las molestias de vivir en comunidad. Esta señora no hace mas que inventarte historias amorosas, pasados criminales y futuros poco prometedores.

Estoy más que seguro que esta señora, consume cantidades industriales de telenovelas y su límite entre ficción y realidad esta trastocado y busca su anclaje a la realidad colocándome como personaje central de cada telenovela que ve, se le ocurre o inventa.

Con la chismosa no tengo ningún tipo de contemplación. Uno por que en sus historias nunca tengo a la mujer más guapa. Dos porque en mi pasado de pandillero narcotraficante nunca fui el líder del grupo sino un simple burrier. Y Tres porque si se empeña en inventarme amantes, que se decida de una vez entregarme a su hija para poder hacer realidad sus delirios de soap opera. Pienso que es la solución mas salomónica así los dos sonreiremos ella con su historia y yo con la mía.

La imitación barata de Matahari o Nikita versión peruana es el mayor anhelo de mi vecina del frente. Es increíble la torpeza con la que espía esta mujer. Su ventana esta estratégica y maliciosamente colocada justo frente a mi dormitorio, ella puede observar casi todos mis movimientos. Mis entradas, mis salidas, mi horario e incluso el momento en que voy al baño.

Lo horrible de todo esto es que nos conocemos y ella cree que es divertidísimo enviarme mensajes de texto a mi teléfono advirtiéndome: que debo cerrar la ventana, que debo ponerme mas ropa, que no deje la luz del baño prendida, ¿Por qué no duermo si ya es tarde?, ¿Porque no llego a mi casa si ya paso mi hora de entrada habitual?, además de atribuirse derechos. Muchas veces osó preguntarme quien era la chica con la que entré o porque había tanta gente en mi casa.


Tengo cierta consideración con ella porque en algún momento de flaqueza emocional, me encontré tocando su puerta y acurrucándome bajo su pecho.


El caso de la feita calentona de a dos casas es serísimo. Ella cree que es sexy salir a comprar con pijama y exhibir sus nada agraciadas partes de su cuerpo. Pretende regar el jardín siempre con la sonrisa congelada esperando a que pase cualquier sirio a levantarle la moral. En su intento de buscar belleza o marido comete errores garrafales y divertidos para toda la cuadra.

Siempre es comidilla de las eventuales conversaciones típicas de vecinos y de las maléficas burlas de las mujeres. Aunque tengo que admitir que mas de una vez escuche a algún vago por ahí decir que le haría el favor a la feita.

1 comentario:

valeria dijo...

Sí, mi vecino es un canalla.... un canalla con sabor a manzana acaramelada...y q se hace llamar washatuyu.... pero no es gordo...