“EL PATITO FEO DEFINITIVAMENTE ES AMARILLO”
Viajar en taxi supone más que levantar la mano, acomodarse en un asiento y elegir algún destino. Es mas una lucha interna contra nuestros niveles de tolerancia. La primera acción consiste en pararte en el lugar menos indicado, levantar la mano y esperar que alguno de esos servidores vestidos de amarillo ofrezcan solícitamente una carrera y luego de “negociar” con beneficio ajeno la tarifa solo queda subir, sentarse, agarrarse y enmudecer.
Aunque contrario a nuestros deseos de tener un viaje agradable lo mas probable es que por un buen rato mientras usted este sentado en esa cámara de torturas amarilla, se le cruce por la mente algunas ideas tontas que distan de ser salvavidas: Arrepentimiento por no haber hecho caso a ese insistente y bigotudo vendedor de autos, buscar en su memoria su ultima clase de yoga o Tai Chi concertándose en la lección y no en la maestra, ser tan insensible como un caracol enamorado, haber hecho caso a tu suegra y practicar la proyección astral o por ultimo de los casos viajar mentalmente a Auschwitz y gritar: HOY TOCA DUCHASO!.
Durante el viaje se puede sufrir algunas desavenencias, dependiendo de la clase de conductor. Sus características son disímiles entre si, pero con dos elementos en común: Se Sienten dueños de la calle y el color amarillo (que fue escogido por llamar la atención) de sus autos significa “inmunidad e impunidad”, a continuación nombrare la tipología del taxista:
“EL FAITISTA”
Mezcla de faite y taxista. Su edad fluctúa entre los 18 y 25 años.
Automóvil: Normalmente es un Tico o una station wagon decorados como árbol navideño de night club o prostíbulo pop. Las luces de neon en la cabina son infaltables, posee un equipo de sonido potente pero tan infiel como un gato, los stickers están en el 80 por ciento de las partes visibles del automóvil, en el espejo retrovisor hay un disco colgado como emblema de la modernidad, los asientos están forrados con peluche maloliente que con la llegada del verano se tornan pestilentes, además de poseer mas de un pendulante y monótono perrito en la consola del automóvil.
Negociación: 4 luquitas pe chino, se conciente tiene que alcanzar “Pal menudo”
Conversación: Básicamente se habla de mujeres “jermitas”, música, travestís, drogas y rara vez sobre modelos de automóviles.
Travesía: El viaje es casi insoportable por los altísimos decibeles de su equipo ultra estéreo, la incomodidad del forro de los asientos y la monotonía de los perritos en la consola te obligan a pegar tu mirada a la ventana y responder con monosílabos a los comentarios. Además del caso omiso a cualquiera de tus consejos sobre “el manejo civilizado”. Y por si no fuera poco cada disminución de la velocidad contribuye a la aceleración de nuestros latidos por la martillante idea de que podemos ser asaltados por el conductor o sus secuaces.
“EL ACRIOLLADO”
Es una padre de familia de 25 a 45 años, que se dedica hace poco tiempo a este oficio porque fue despedido de su trabajo. Por lo tanto la insatisfacción hacia este novísimo oficio la carga en la mirada.
Automóvil: El automóvil no contiene muchos ornamentos, pero el zapatito de bebé colgado en el retrovisor es una constante, el carro esta descuidado y emite algunos sonidos molestos. Otra característica básica de este automóvil es que siempre encontraras entre los asientos el periódico del día –sensacionalista, invariablemente-con notas sangrientas en primera plana y mostrando alguna equivocada mujer medio desnuda.
Negociación: 3.50 pe compare la gasolina “ta que sube”
Conversación: Fútbol por sobre todas las cosas, política, y las malas administraciones de las alcaldías. Pero cuando las opiniones rayan en fanatismos políticos no queda otra opción que clavar la mirada en el periódico del día emitiendo uno que otro monosílabo cortés.
Travesía: Es ligeramente aceptable siempre y cuando no prestes demasiada atención a lo que dice, mientras tratas de leer el periódico o los carteles en las calles.
“EL ZORRO VIEJO” Tiene de 45 años a mas. Este señor lleva años en el oficio esta cansado de trabajar, pero necesita el sustento, sus hijos ya son mayores y trabaja para mantenerse únicamente.
Automóvil: El auto esta tan cansado como el, lleva años recorriendo las calles de la ciudad, suena mas que una maraca de brujo, los asientos de marroquín parecen la cama de una Fakir y botan tanto humo como si tuvieran secuestrado a un fumador en el maletero, el interior esta limpio pero se siente el sabor a milagro de su existencia gracias a la presencia del santito colgado en el retrovisor.
Negociación: “3 soles esta bien jovencito no nos vamos a hacer ni ricos ni pobres”.
Conversación: Las historias y los consejos abundan en su cabina, tratan de alguna manera de orientarte por el buen camino a través de su experiencia, recuerdan a sus hijos, hablan de su esposa y no olvidan recordarte que debes estudiar para no terminar trabajando hasta viejo como el. El periplo termina con un “Que Dios te bendiga”.
Travesía: Es la única en la que uno puedo establecer cierto grado de afinidad, la conversación es paternal y fluida uno siempre trata de escuchar en la medida de lo posible lo que este señor tiene para decirnos.
“EL SALVAJE” N.N.
Automóvil: Cualquier auto. En realidad es casi imposible determinar las características porque tus ganas de bajarte te impiden observar con detenimiento. Su equipo siempre suena con radio programas.
Negociación: Primer intento (fallido) “silencio y arranca sin mirar”
Segundo intento (fallido) “tsss”
Tercer intento “sube pues”
Tema de conversación: Nulo o vació, prefiero intentar meditar hasta encontrar el silencio pero estoy convencido que de tanto empeño (que le pongo para salir de este martirio) mas de una vez he llegado al nirvana..
Travesía: Este viaje es un asco; desde el saludo hasta el portazo final. Maneja como si estuviera a la cola en una prueba de rally, grita, maldice, refunfuña, insulta a los conductores y lo peor de todo son los bocinazos esquizofrénicos que da, es ahí cuando uno piensa ¿Por qué carajo no le regalaron a este tipo una trompeta o un tambor cuando era niño? Y uno no hace más que tratar de encontrar la forma de eyectarse.
Antes de subirse a un taxi recuerde las características del taxista y cuando observe alguna mantenga una sonrisa cómplice que le servirá para sobrellevar la odisea vengándose de alguna manera de estos lobos de las calles, estos nuevos dueños de nuestra ciudad. Señor pasajero: súbase, siéntese, agarrase y cállese. Buen viaje.
Viajar en taxi supone más que levantar la mano, acomodarse en un asiento y elegir algún destino. Es mas una lucha interna contra nuestros niveles de tolerancia. La primera acción consiste en pararte en el lugar menos indicado, levantar la mano y esperar que alguno de esos servidores vestidos de amarillo ofrezcan solícitamente una carrera y luego de “negociar” con beneficio ajeno la tarifa solo queda subir, sentarse, agarrarse y enmudecer.
Aunque contrario a nuestros deseos de tener un viaje agradable lo mas probable es que por un buen rato mientras usted este sentado en esa cámara de torturas amarilla, se le cruce por la mente algunas ideas tontas que distan de ser salvavidas: Arrepentimiento por no haber hecho caso a ese insistente y bigotudo vendedor de autos, buscar en su memoria su ultima clase de yoga o Tai Chi concertándose en la lección y no en la maestra, ser tan insensible como un caracol enamorado, haber hecho caso a tu suegra y practicar la proyección astral o por ultimo de los casos viajar mentalmente a Auschwitz y gritar: HOY TOCA DUCHASO!.
Durante el viaje se puede sufrir algunas desavenencias, dependiendo de la clase de conductor. Sus características son disímiles entre si, pero con dos elementos en común: Se Sienten dueños de la calle y el color amarillo (que fue escogido por llamar la atención) de sus autos significa “inmunidad e impunidad”, a continuación nombrare la tipología del taxista:
“EL FAITISTA”
Mezcla de faite y taxista. Su edad fluctúa entre los 18 y 25 años.
Automóvil: Normalmente es un Tico o una station wagon decorados como árbol navideño de night club o prostíbulo pop. Las luces de neon en la cabina son infaltables, posee un equipo de sonido potente pero tan infiel como un gato, los stickers están en el 80 por ciento de las partes visibles del automóvil, en el espejo retrovisor hay un disco colgado como emblema de la modernidad, los asientos están forrados con peluche maloliente que con la llegada del verano se tornan pestilentes, además de poseer mas de un pendulante y monótono perrito en la consola del automóvil.
Negociación: 4 luquitas pe chino, se conciente tiene que alcanzar “Pal menudo”
Conversación: Básicamente se habla de mujeres “jermitas”, música, travestís, drogas y rara vez sobre modelos de automóviles.
Travesía: El viaje es casi insoportable por los altísimos decibeles de su equipo ultra estéreo, la incomodidad del forro de los asientos y la monotonía de los perritos en la consola te obligan a pegar tu mirada a la ventana y responder con monosílabos a los comentarios. Además del caso omiso a cualquiera de tus consejos sobre “el manejo civilizado”. Y por si no fuera poco cada disminución de la velocidad contribuye a la aceleración de nuestros latidos por la martillante idea de que podemos ser asaltados por el conductor o sus secuaces.
“EL ACRIOLLADO”
Es una padre de familia de 25 a 45 años, que se dedica hace poco tiempo a este oficio porque fue despedido de su trabajo. Por lo tanto la insatisfacción hacia este novísimo oficio la carga en la mirada.
Automóvil: El automóvil no contiene muchos ornamentos, pero el zapatito de bebé colgado en el retrovisor es una constante, el carro esta descuidado y emite algunos sonidos molestos. Otra característica básica de este automóvil es que siempre encontraras entre los asientos el periódico del día –sensacionalista, invariablemente-con notas sangrientas en primera plana y mostrando alguna equivocada mujer medio desnuda.
Negociación: 3.50 pe compare la gasolina “ta que sube”
Conversación: Fútbol por sobre todas las cosas, política, y las malas administraciones de las alcaldías. Pero cuando las opiniones rayan en fanatismos políticos no queda otra opción que clavar la mirada en el periódico del día emitiendo uno que otro monosílabo cortés.
Travesía: Es ligeramente aceptable siempre y cuando no prestes demasiada atención a lo que dice, mientras tratas de leer el periódico o los carteles en las calles.
“EL ZORRO VIEJO” Tiene de 45 años a mas. Este señor lleva años en el oficio esta cansado de trabajar, pero necesita el sustento, sus hijos ya son mayores y trabaja para mantenerse únicamente.
Automóvil: El auto esta tan cansado como el, lleva años recorriendo las calles de la ciudad, suena mas que una maraca de brujo, los asientos de marroquín parecen la cama de una Fakir y botan tanto humo como si tuvieran secuestrado a un fumador en el maletero, el interior esta limpio pero se siente el sabor a milagro de su existencia gracias a la presencia del santito colgado en el retrovisor.
Negociación: “3 soles esta bien jovencito no nos vamos a hacer ni ricos ni pobres”.
Conversación: Las historias y los consejos abundan en su cabina, tratan de alguna manera de orientarte por el buen camino a través de su experiencia, recuerdan a sus hijos, hablan de su esposa y no olvidan recordarte que debes estudiar para no terminar trabajando hasta viejo como el. El periplo termina con un “Que Dios te bendiga”.
Travesía: Es la única en la que uno puedo establecer cierto grado de afinidad, la conversación es paternal y fluida uno siempre trata de escuchar en la medida de lo posible lo que este señor tiene para decirnos.
“EL SALVAJE” N.N.
Automóvil: Cualquier auto. En realidad es casi imposible determinar las características porque tus ganas de bajarte te impiden observar con detenimiento. Su equipo siempre suena con radio programas.
Negociación: Primer intento (fallido) “silencio y arranca sin mirar”
Segundo intento (fallido) “tsss”
Tercer intento “sube pues”
Tema de conversación: Nulo o vació, prefiero intentar meditar hasta encontrar el silencio pero estoy convencido que de tanto empeño (que le pongo para salir de este martirio) mas de una vez he llegado al nirvana..
Travesía: Este viaje es un asco; desde el saludo hasta el portazo final. Maneja como si estuviera a la cola en una prueba de rally, grita, maldice, refunfuña, insulta a los conductores y lo peor de todo son los bocinazos esquizofrénicos que da, es ahí cuando uno piensa ¿Por qué carajo no le regalaron a este tipo una trompeta o un tambor cuando era niño? Y uno no hace más que tratar de encontrar la forma de eyectarse.
Antes de subirse a un taxi recuerde las características del taxista y cuando observe alguna mantenga una sonrisa cómplice que le servirá para sobrellevar la odisea vengándose de alguna manera de estos lobos de las calles, estos nuevos dueños de nuestra ciudad. Señor pasajero: súbase, siéntese, agarrase y cállese. Buen viaje.
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